Pon Guarda a Tu Boca
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Agosto 02, 2009 |
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 "Pon guarda a mi boca, oh Jehová; guarda la puerta de mis labios" (Salmo 141:3).
No se debe decir nada que no es beneficioso ni nada que va más allá de los límites aceptables. Se debe usar palabras positivas y confesiones de fe en cada tipo de situación.
Nosotros retrasamos nuestras propias respuestas y bendiciones de Dios debido a las palabras que salen de nuestras bocas. Algunas palabras inapropiadas estropearán las obras de fe que hemos estado acumulando. Yo anhelo que usted reciba todas las respuestas y bendiciones que Dios ha preparado para usted, buscando la manera de poner guarda en su boca para producir buenos frutos de sus labios.
1. Usted recibirá respuestas y bendiciones de Dios cuando no ofenda en palabra.
Ni siquiera las palabras muy buenas pueden estar edificando o glorificando a Dios si son desenfrenadas. También, aun cuando usted habla con una buena intención, el oyente quizás no pueda aceptarlo como se pensó. Santiago 3:2 dice: "Porque todos ofendemos muchas veces. Si alguno no ofende en palabra, éste es varón perfecto, capaz también de refrenar todo el cuerpo". ¿Qué tenemos que hacer para convertirnos en aquellos que no ofenden en lo que dicen y así poder recibir respuestas y bendiciones de Dios?
Mateo 15:18 dice: "Pero lo que sale de la boca, del corazón sale; y esto contamina al hombre", y Mateo 12:35 también dice: "El hombre bueno, del buen tesoro del corazón saca buenas cosas; y el hombre malo, del mal tesoro saca malas cosas". Así cuando usted se despoja de cada forma de mal y llena su corazón de la verdad y se vuelve un hombre de espíritu y un hombre de espíritu perfecto, siempre puede hablar y puede actuar en bondad. Si su corazón está lleno de bondad, usted no necesita poner un guarda sobre su boca. Pero si todavía el mal permanece en usted, debe controlar las palabras poniendo un guarda sobre su boca.
2. La manera de poner un guarda sobre su boca
1) No debe decir palabras que no serán de beneficio en cualquier tipo de situación.
Decir mentiras no es beneficioso, es más, es perjudicial tanto para quien las dice como para quien las oye. El oyente podría enfrentar daño material o mental. Decir una mentira es una obra de la carne y también es un pecado ante Dios, por lo tanto no se debe decir mentiras "pequeñas" ni siquiera para esconder algo o poner excusas.
Las "respuestas irrelevantes" son palabras sin ningún beneficio. Son inútiles y sin ganancia. Las "respuestas irrelevantes" son respuestas que no tienen ninguna relación con la pregunta. En la mayoría de los casos se da respuestas irrelevantes porque uno no se enfoca en lo que la otra persona le está diciendo sino que se escucha con los propios pensamientos. Se puede reducir las respuestas irrelevantes simplemente escuchando con atención a la otra persona. Dar respuestas irrelevantes no es un gran pecado, pero estas a menudo conllevan mentiras o palabras que echan la culpa sobre otras personas. Así que se debe cambiar el mal hábito de dar respuestas irrelevantes.
Incluso las bromas o algunas de las expresiones populares del mundo también son palabras sin sentido para los creyentes. Las bromas son palabras expresadas con el afán de despertar la risa. A quienes bromean mucho no se les puede tomar en serio y tales personas no parecen ser confiables, por lo tanto resulta difícil compartir secretos con ellos o darles un trabajo importante. Asimismo, a aquellos que les gusta bromear y decir chistes les es muy difícil entrar en el espíritu (Efesios 5:4). Cuando se "bromea" se dan muchas exageraciones y cosas que son incorrectas. Las tendencias del mundo pueden encontrarse en las expresiones populares del mundo. Cuando se usa tales expresiones, también se puede ser influenciado por las modas del mundo. Aunque no contienen significados malos, es mejor no hablar estas cosas si usted realmente está anhelando la Nueva Jerusalén.
En Mateo 12:36 Jesús dice: "Mas yo os digo que de toda palabra ociosa que hablen los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio". Por supuesto, si se arrepiente de esto, se perdonarán las palabras ociosas y sin sentido. El problema reside en que hay muchas palabras ociosas que se dice y luego se olvida. Proverbios 10:19 también dice: "En las muchas palabras no falta pecado; mas el que refrena sus labios es prudente". Se debe tener mucho cuidado de no decir palabras ociosas bajo ninguna circunstancia. Yo anhelo que ustedes digan palabras beneficiosas, palabras que den gracia, y que también edifiquen a los demás, que den gloria a Dios, que siembren fe en los demás, y que den vida a otras personas. Antes de decir algo, piense y determine si lo que va a decir es de beneficio, tanto para usted como para el oyente (Efesios 4:29). Yo anhelo que tenga solo conversaciones espirituales que den gracia, edifiquen y siembren fe en la vida de los demás.
2) No debe decir nada que sobrepase los límites.
Ir demasiado lejos significa ir más allá de los límites de posición y lugar. Así que, probablemente son personas arrogantes las que dicen cosas que van demasiado lejos. Algunos ejemplos de palabras que sobrepasan los límites incluyen palabras que pasan juicio, condenación y crítica a los demás.
Los hombres, que son simplemente criaturas, no tienen ningún derecho para juzgar o condenar a alguien. El derecho para juzgar y condenar le pertenece únicamente a Dios el Creador (Santiago 4:11-12). Si los hijos de Dios se quejan y expresan resentimiento, también caen en una expresión que "va demasiado lejos". Nosotros habríamos entrado en el fuego eterno del Infierno, pero somos salvos por la gracia de Dios y podemos entrar ahora en el hermoso Reino Celestial. Pero si nos quejamos de nuestro entorno y situaciones difíciles, o si guardamos rencor contra alguien, entonces significa que nos hemos olvidado de la gracia de la Salvación. Aquellos que son humildes y que conocen su posición y sus responsabilidades aceptarán cualquier trabajo con gratitud y obediencia.
Cuando la Virgen María escuchó del ángel que concebiría y daría a luz un bebé, ella lo aceptó diciendo: "He aquí la sierva del Señor; hágase conmigo conforme a tu palabra". Lo hizo a pesar de que enfrentaba la condición de mujer soltera, que si quedaba embarazada se la condenaría y se la apedrearía. La mujer sirofeniciana, cuya hija había sido liberada de una posesión demoníaca, no se desanimó, ni se rindió, ni se entristeció al pensar que fue insultada cuando Jesús comparó a esta mujer Gentil con un perro. Ella se humilló completamente ante Jesús, le pidió con una fe inmutable, y recibió una respuesta (Mateo 15:27).
3) Usted debe usar palabras positivas y confesiones de fe en toda situación.
Proverbios 18:21 dice: "La muerte y la vida están en poder de la lengua, y el que la ama comerá de sus frutos". Mientras más palabras pesimistas se hablen, más difíciles se tornarán las cosas. Pero con palabras optimistas de fe, incluso las cosas difíciles se tornaran fáciles. David no vio la realidad ni dijo nada negativo cuando peleó contra Goliat. Él solamente alzó su mirada al Dios Todopoderoso y avanzó con una confesión de fe (1 Samuel 17:45-47). A Dios le agradó mucho la fe de David y le permitió a Israel obtener la victoria en una batalla muy fácilmente, con una sola piedra.
Al contrario, diez de los doce espías que exploraron la tierra de Canaán enfrentaron las consecuencias miserables de las palabras negativas. Dios prometió al pueblo de Israel muchas veces que Él les daría la tierra donde fluye leche y miel. Pero diez de esos espías hablaron con pesimismo después de espiar la tierra de Canaán (Números 13:32-33). Este informe negativo pronto influenció a la mayoría de las personas. Pero Josué y Caleb hicieron confesiones positivas al decir "ellos serán nuestra presa" (Números 14:7-9).
Anhelo que usted sea como Josué y Caleb a través de la situación más difícil que está enfrentando. Si está a punto de decir algo negativo, muérdase la lengua si es necesario para impedir decirlo. Si usted se entrena de esta manera y hace siempre confesiones positivas, su corazón y su entorno cambiarán.
Queridos hermanos y hermanas en Cristo,
Proverbios 13:2 dice: "Del fruto de su boca el hombre comerá el bien..." Ruego en el nombre del Señor que usted sea un hijo bendecido por Dios, quien pone guarda sobre su boca y se goza del buen fruto de sus labios.
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