Adán, el primer hombre, desobedeció el mandato de Dios en el que le dijo que el día que comiere del árbol de la ciencia del bien y del mal, ciertamente moriría. Como resultado de su desobediencia, Adán y sus descendientes llegaron a ser pecadores y por ende no podían continuar teniendo vida eterna. ...
Hoy más que nunca, la apariencia exterior ocupa el lugar supremo en nuestro tiempo, y tanto los hombres como las mujeres ponen especial interés en la apariencia externa.
Sin embargo, nadie puede objetar el hecho de que el interior de una persona es más importante que su apariencia externa.Y es mediante el vivir la Palabra de Dios que se hermosea el interior. En tanto y en cuanto la verdad se establezca en nuestro corazón, las bendiciones y la apariencia externa acompañarán nuestro camino como una bonificación. La apariencia dura se transformará en una apariencia buena y recta, y los rostros que alguna vez se vieran cubiertos de ansiedad y preocupaciones resplandecerán por la luz espiritual (Eclesiastés 8:1). Aun aquellos rasgos y facciones totalmente comunes hallarán una impresión agraciada ante los ojos de los demás.
~ extraído de la columna del Dr. Jaerock Lee "El Camino", en el periódico The JoongAng Daily.
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